Los balazos les han ganado a los abrazos: en los primeros 34 meses de gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha habido 101 mil 194 homicidios dolosos.

La cifra supera, en el mismo periodo, las administraciones de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, según cifras de TRreseach.

Los cinco estados que registran mayor número del delito son Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Estado de México y Sonora. Cada día, en promedio, mueren en México de 60 a 90 personas.

En tres años, la administración del tabasqueño ya superó la totalidad de los sexenios de Salinas, Zedillo y Vicente Fox.

 La escalada de violencia es evidente: un atentado con un paquete bomba que dejó dos muertos en un restaurante de Guanajuato el pasado 19 de septiembre, y pone sobre la mesa el uso de explosivos por parte de organizaciones criminales.

Existe ya el uso de drones explosivos. El último ataque con drones ocurrió el 4 de mayo, cuando hombres armados cometieron un asalto en la carretera en Tepalcatepec, Michoacán; Los perpetradores, que según los residentes hacen parte del Cartel Jalisco Nueva Generación, usaron drones cargados con explosivos C4 y metralla.

En los primeros seis meses de este año, en México se registraron al menos 40 masacres, las cuales dejaron 293 víctimas en 16 entidades, de acuerdo con datos periodísticos e información de Secretarías de Seguridad Pública y Fiscalías estatales.

El Estado con mayor cantidad de multihomicidios, con cinco o más muertos en un mismo hecho violento, fue Guanajuato, con siete masacres; después siguió Tamaulipas, donde se registraron cinco multiejecuciones, y en Zacatecas, Jalisco y Michoacán, donde ocurrieron cuatro en cada entidad.

Y apenas este lunes se encontró una nueva fosa clandestina en Tamaulipas.

Con ese descubrimiento suma a los 57 lugares con fosas clandestinas halladas en Tamaulipas en varios años, pero este es el primero hallado en la zona de Nuevo Laredo, ciudad fronteriza con Laredo, Texas.

El hallazgo fue logrado al final de una serie de operativos en una franja de ranchos y casas abandonadas cerca del kilómetro 26 de la carretera que une a las ciudades de Nuevo Laredo con Monterrey, capital del norteño estado de Nuevo León.

El Presidente de México simplemente ha defendido su estrategia.

“Yo digo que voy a seguir sosteniendo lo mismo, que hay que atender las causas, hay que atender a los jóvenes. ¿Ustedes creen que sólo deteniendo a los capos se va a detener el problema? No. Claro que si los encontramos, los detenemos, pero el propósito es atender las causas”.

“Si abandonamos a los jóvenes, los dejamos en condiciones de indefensión y pueden ser enganchados y pueden estar engrosando las filas de la delincuencia. ¿Cómo le van a hacer los capos si los jóvenes tienen opciones de estudio y de trabajo?”, comentó tras hacer una revisión del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, en un evento de la Ciudad de México el pasado 23 de septiembre.

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