Uno de los máximos dolores es la muerte de un ser querido… un luto que lo supera es cuando no hay un cuerpo en el que podamos manifestarlo.

Enterrar un cuerpo es el inicio y el cierre de un ciclo de vida que solo la muerte desentraña. La ausencia del cuerpo, el destino del mismo es un ciclo que se encierra incertidumbre… y más luto, el que no termina por la expectativa de que el desaparecido regrese, por la esperanza de que viva en algún lugar, de que no nos pertenezca a alguien más pero no esté muerto.

La muerte también ofrece vida a quienes vivimos, aún en ella nos podemos pertenecer.

“Runaway Train” de Soul Asylum es una de las pocas canciones que trasciende la música para convertirse en algo más profundo.

Dave Pirner, cantante del grupo, escribió una canción sobre la depresión: no saber en qué lugar estar, ignorar los caminos del mundo y mantener un camino sinuoso en la existencia. La depresión deforma, a veces es parte de nosotros.

Es una ironía el título de la canción, “Runaway Train”, significa un tren fuera de control, no forma de detenerse con seguridad, hay velocidades inseguras y el control se pierde, es posible golpear a otro ferrocarril. Una metáfora de todo ser humanos… ante la vida y ante la muerte. Somos un pequeño caos que se puede descontrolar.

Pirner tuvo la melodía en su cabeza muchos años y no fue hasta que la metáfora del tren fuera de control lo golpeó con una depresión y escribió la letra en una sola sesión.

Sin embargo, el video de la canción llegó a fibras más sensibles pues presenta fotografías y nombres de niños desaparecidos al estilo del servicio público en Estados Unidos. Al final del video, sale el cantante y pide que, si alguien ha visto a algunos de los niños, llame a un número.

El video fue editado en el mundo para colocar fotos de niños desaparecidos de cada lugar donde se observara. El mensaje del video comenzó a crecer, el mismo cantante no pensó en que una depresión personal uniera al colectivo.

“Realmente me acerqué a un tema que me preocupaba y me abrí a estar preocupado (…) hay tanta emoción cruda y tanta realidad en una situación como esa que no se puede explicar”, dijo el cantante en una entrevista.

Aunque el significado de la canción estaba encaminada a una depresión personal, se convirtió en una pequeña cruzada por los desaparecidos. Una situación que prevalece y que en México es dolorosamente actual.

En México varios estados están castigados desde hace años por el auge de los cárteles de la droga y de grupos criminales dedicados a la extorsión, el robo y la trata de personas, así como por los abusos de las propias fuerzas de seguridad.

Según cifras de la Secretaría de Gobernación y de la Comisión Nacional de Búsqueda, en el país hay en estos momentos más de 95 mil desaparecidos. El número aumenta mientras estás leyendo estas líneas.

Las coincidencias del pasado y el presente son crueles. Recordamos a nuestros seres queridos desaparecidos con momentos específicos. Hay almas perdidas.

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