Ser mujer y estar privada de la libertad en una cárcel del Estado de México no es fácil, pues tiene que enfrentar, además de su proceso o sentencia, un sistema penitenciario hecho para hombres.
Según el “Informe Especial sobre los Derechos Fundamentales de las Mujeres Privadas de Libertad en la Infraestructura Penitenciaria del Estado de México”, las mujeres privadas de su libertad carecen de medidas mínimas compatibles con la dignidad humana.
El documento, elaborado por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), señala que las mujeres viven condiciones de sobrepoblación y hacinamiento, déficit de personal penitenciario y ausencia de condiciones ideales para vivir un embarazo y la crianza de sus hijos.
“Llevo un año de prisión y días, vengo por robo a OXXO, no se me comprobó nada, no estuve bien asesorada y desafortunadamente acepté el procedimiento abreviado (…) Mis familiares no acuden a visitarme, porque los trámites para ingresar al penal son muy engorrosos.
“Me ubico en la celda tres, ahí viven 20 personas conmigo, la celda cuenta con cinco camas, prácticamente todas duermen como taquitos dorados, es muy incómodo para dormir”, expresa una de las presas que fue entrevista por personal de la Visitaduría General de Supervisión Penitenciaria del organismo.
El documento fue elaborado de enero a noviembre del 2020 en los Centros Preventivos de Readaptación Social (CPRS) de Ecatepec, Tlalnepantla, “Santiaguito” en Almoloya de Juárez, Ixtlahuaca, Nezahualcóyotl “Bordo Xochiaca”, Nezahualcóyotl Sur, Texcoco, Chalco, Zumpango, Jilotepec, Temascaltepec, Tenancingo Centro y Centro de Internamiento para Adolescentes “Quinta del Bosque”.
“Personal de la Codhem, entrevistó a 15 mujeres en reclusión que viven en la celda 14 (del CPRS de Ecatepec) coincidiendo en señalar (sic) que el dormitorio de aproximadamente 8 metros de largo, por 3 metros de ancho, alberga aproximadamente 140 mujeres privadas de la libertad en condiciones insalubres”, se consigna.
De una población de 31 mil 500 personas, hay mil 975 mujeres en calidad de procesadas o sentenciadas, que algunas veces conviven y duermen en los mismos espacios. De 21 centros penitenciarios, solo uno, la Penitenciaria Femenil Nezahualcóyotl Sur tiene una zona exclusiva para mujeres.
“Estoy embarazada, tengo siete meses, estoy en la celda 14, tengo pedazos de colchón, lastima mucho el camastro donde duermo, tengo una fuerte infección en las vías urinarias porque no puedo ir al baño en las noches, ya que hay muchas personas que se duermen en el piso y no puedo pasar a donde están los baños (…) somos como 140 personas en la celda”, detalla una reclusa también de Ecatepec.
Las mujeres que se encuentran en posibilidades de desarollar una visita íntima se enfrentan a obstáculos burocráticos o escasos espacios físicos para ello. A veces, áreas de la zona varonil son habilitadas lo que pone en riesgo la seguridad de las cautivas.
Los grupos de mujeres con mayor discriminación son las pertenecientes a la población con orientación sexual diferente y a las portadoras del virus de VIH/SIDA.
“En el 83 por ciento de los CPRS que albergan hijos e hijas de las mujeres en reclusión, se advirtió la carencia de infraestructura, alimentación nutritiva, atención médica oportuna y especializada, programas terapéuticos u ocupacionales acordes a sus necesidades.
“(…) El 75 por ciento de los CPRS que albergan mujeres embarazadas o en periodo de lactancia materna en reclusión, carecen de las condiciones básicas de infraestructura, servicios médicos, psicológicos y de protección a la integridad personal”, concluye el análisis.
Según el "Informe Especial sobre los Derechos Fundamentales de las Mujeres Privadas de Libertad en la Infraestructura Penitenciaria del Estado de México", las mujeres privadas de su libertad carecen de medidas mínimas compatibles con la dignidad humana.
El documento, elaborado por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) señala que, además de enfrentar una infraestructura construida para el género masculino, las mujeres viven condiciones de sobrepoblación y hacinamiento, déficir de personal penitenciario y ausencia de condiciones ideales para vivir un embarazo y la crianza de sus hijos.
De una población de 31 mil 500 personas, hay mil 975 mujeres en calidad de procesadas o sentenciadas, que algunas veces conviven y duermen en los mismos espacios. De 21 centros penitenciarios, solo uno, la Penitenciaria Femenil Nezahualcóyotl Sur tiene una zona exclusiva para mujeres.
El documento fue elaborado de enero a noviembre del 2020 en los Centros Preventivos de Readaptación Social (CPRS) de Ecatepec, Tlalnepantla, "Santiaguito" en Almoloya de Juárez, Ixtlahuaca, Nezahualcóyotl "Bordo Xochiaca", Nezahualcóyotl Sur, Texcoco, Chalco, Zumpango, Jilotepec, Temascaltepec, Tenancingo Centro y Centro de Internamiento para Adolescentes "Quinta del Bosque".
El documento fue elaborado de enero a noviembre del 2020 en los Centros Preventivos de Readaptación Social (CPRS) de Ecatepec, Tlalnepantla, "Santiaguito" en Almoloya de Juárez, Ixtlahuaca, Nezahualcóyotl "Bordo Xochiaca", Nezahualcóyotl Sur, Texcoco, Chalco, Zumpango, Jilotepec, Temascaltepec, Tenancingo Centro y Centro de Internamiento para Adolescentes "Quinta del Bosque".
El documento ofrece algunos testimonios de las reclusas.
