Salt of the Earth: El cinismo de la realidad
The Rolling Stones compusieron “Salt of the Earth” y la volvieron de un cinismo crudo, la canción de Beggars Banquet ofrece un mensaje claro: hay una clase trabajadora que nunca tendrá el poder.
Categoría
The Rolling Stones compusieron “Salt of the Earth” y la volvieron de un cinismo crudo, la canción de Beggars Banquet ofrece un mensaje claro: hay una clase trabajadora que nunca tendrá el poder.
Al comenzar las primeras notas de la canción, comenzó a bailar en el pasillo del autobús; todos guardamos silencio y lo observamos. Cuando terminó estaba llorando: había pedido “(I Can’t Help) Falling In Love With You” en la versión de UB40.
La fe alimenta lo invisible, lamentamos no haber dado el último beso antes de que seamos el truco más cruel de nuestra mente. Tuvimos que estar locos… como el personaje de “John Wayne” de la banda Cigarettes After Sex.
Era una promesa para el mundo: amor libre, revolución sexual, rebelarse contra la homogeneidad de conceptos que ofrece el sistema; con ello, el movimiento hippie y el Verano del Amor lanzaron un himno: San Francisco (be sure to wear some flowers in your hair) interpretada por Scott McKenzie. No fue suficiente.
El hostigamiento escolar, el llamado bullying, cambia personalidades, las marca y abre las puertas a laberintos cuyos caminos tienen rincones muy oscuros. “Jeremy” de Pearl Jam nació de los maltratos y burlas a un joven de 15 años.
“Afterglow” quedó como un testimonio de cómo INXS quería desprenderse como amor y respeto del legado de Michael Hutchence. Es la pérdida física, pero no espiritual ¿Quién no ha implorado por un fantasma? Veneno para las musas.
¿Quién no puede relacionarse con la inexistencia? Corremos en círculos solamente para enfrentar la visibilidad de nuestras alucinaciones… estamos destinados a suceder. En dos playas, hoy invisibles, sonaron dos canciones de Post Malone.
Para mediados de los ochenta, Judas Priest buscaba una dirección: su cercanía a los sintetizadores los habían alejado de sus fanes y nuevas bandas; Metallica o Megadeth estaban en el horizonte. La respuesta fue un ángel llamado “Painkiller”.
Los caminos de la música son tan misteriosos que pueden unir figuras que nadie podía imaginar… todo inició con “Comme D´Habitude”, una canción que tuvo un ligero éxito en Francia y unió a Paul Anka, Frank Sinatra y David Bowie. ¿El destino? “My Way”