Alfredo del Mazo, Gobernador del Estado de México, eligió ser dócil ante Andrés Manuel López Obrador y su llamada Cuarta Transformación. La factura se la pasó a su partido: el priismo dejó de ser importante en su Quinto Informe de Gobierno y el protagonista fue Morena, aquel que avanza para quitar el bastión político más importante del PRI.

Parece que el lema de su campaña, “Fuerte y con Todo”, se diluyó en “débil y nada”. El 15 de septiembre de 2017, Alfredo del Mazo, hijo y nieto de gobernadores mexiquenses del mismo nombre, tomó protesta y todavía prometió que el Estado de México sería el estado más seguro del país.

Obviamente no sucedió: el actual mandatario mexiquense ha gobernado durante cinco años con la entrega de cientos de tarjetas del “Salario Rosa”… y nada más. El gobierno del exdirector de Banobras culminó el día que tomó protesta sin logros sobresalientes, una administración gris y paralizada.

En lo político, López Obrador lo supo doblegable y el mandatario estatal no tuvo empacho en ser sumiso: Del Mazo no solo mostró respeto institucional sino una desbordada lisonjería transformada en felicitaciones, saludos, celebraciones y aplausos para cualquier movimiento del tabasqueño. Por supuesto, innecesarios.

Y así llegó a su Quinto Informe de Gobierno, sobre este basta decir que se hizo una sumatoria de cifras de los cinco años. Seguramente pensaron que la suma de datos cobraría sentido. Lo cierto es que no hay resultados y tampoco los habrá.

Del Mazo hizo de la Cuarta Transformación la protagonista de Palacio de Gobierno: Adán Augusto López, Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal e Higinio Martínez.

“Seguiremos respondiendo a su confianza con resultados”, dijo el gobernador mexiquense al Presidente de la República, al que le dedicó 1 minuto con ocho segundos aderezado de imágenes del tabasqueño al que llamó “aliado”, tenaz y de “trabajo constante”.

¡Vaya! Hasta le reconoció a Claudia Sheinbaum sus logros.

PriMor-oso.

Sobre las elecciones del siguiente año dio un mensaje acartonado en un cliché: debemos respetar la voluntad de los mexiquenses para un proceso con certidumbre, ordenado y transparente. ¡Ah!

Enrique Vargas, aspirante del Partido Acción Nacional, tardó más en llegar que en irse. Alejandra del Moral, aspirante del tricolor, fue casi transparente. La alianza de los partidos por la gubernatura del Estado de México al borde de la ruptura por Alejandro Moreno, “Alito”, quien es impresentable en cada situación ya.

El viejo colmillo político característico del PRI está agotado, siguen en espera de los tiempos que ya los superaron, Morena maneja la agenda desde Palacio Nacional y los priistas parecen pasmados.

Morena es el actor principal de esa obra trágica llamada Gobierno del Estado de México. El primer acto constó de 5 años perdidos y sabemos que, el segundo acto, la elección del 2023, determinará el tercero: la Presidencia en 2024… y nadie sabe quien juega en contra.

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