Con colaboración de Irving Alfaro

Con los resultados de las elecciones de este 6 de junio, uno de los partidos ganadores en la Cámara de Diputados fue el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el mejor representante de la prostitución política en el país.

El PVEM pasó de 11 a 44 diputados en el Congreso, lo que obliga a los demás partidos a depender y negociar con ellos y sacar adelante la agenda legislativa. El llamado partido verde obtiene la posición ideal por su experiencia en ofrecer alianzas a partir de espacios en el poder. Su historia de años lo demuestra.

Primero como Partido Verde Mexicano, luego Partido Ecologista de México y, desde 1993, Partido Verde Ecologista de México, la organización fue creada por Jorge Torres González, antiguo miembro del PRI, quien lo dirigió hasta 2001 cuando le heredó el cargo a su hijo, Jorge Emilio González Martínez, de 2001 a 2011.

El partido verde no ha hecho nada por sí solo, lo ha hecho a través de alianzas: en 2000 se alió con el PAN para llevar a la presidencia a Vicente Fox. Se deslindó de ellos en 2001 y para 2003 ya era aliado del PRI con lo que logró 17 curules en la Cámara de Diputados y cinco en el Senado.

Sus propuestas legislativas se les ha llamado “Iniciativas Basura” al buscar legislar lo que ya está regulado con miras a incrementar su “productividad” legislativa. Algunas de sus propuestas: pena de muerte, ampliar horas de escuela para padres que trabajan, medicinas gratuitas.

A finales de 2005, el partido verde decidió presentar a Roberto Madrazo del PRI como su candidato a la Presidencia de México en la elección que ganaría Felipe Calderón. Desde ese momento, la organización política comenzó a utilizar actores de televisión como embajadores de su partido para sus propuestas.

En 2012, registró a Enrique Peña Nieto como su candidato. Así logró su primer gobierno en Chiapas con Manuel Velasco.  Para 2018,  el partido verde se alió con Morena para impulsar  la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador. Un disfraz más: de la derecha a la izquierda.

El PVEM no solo se ofrece al mejor postor… también ha violado la ley en múltiples ocasiones: propaganda ilegal en cines, conflicto de intereses con Grupo Salinas, su líder, el “Niño Verde” ha sido acusado de corrupción, tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito. Ha sido multado en varias ocasiones por violar la normatividad electoral.

Actualmente es dirigido por Karen Castrejón Trujillo. En los comicios de 2021 volvió  a violar la ley electoral.

Unos 80 “influencers” realizaron una campaña a favor del partido en plena veda. Ante ello el Instituto Nacional Electoral solicitó retirar su campaña. Lo mismo hizo en 2012 y en 2015 con artistas, conductores de televisión y la selección nacional de futbol.

El PVEM no le interesa el medio ambiente aunque enarbole su bandera y se ha demostrado que no tiene escrúpulos para violar la ley y venderse sus votos por más posiciones.

Y lo vuelve a hacer: el senador del PVEM, Manuel Velasco, está a favor de que su partido valore mantener la alianza legislativa con Morena, a partir de los resultados de los comicios de ayer. Es decir, el partido se sabe en una posición única para avanzar las iniciativas del partido en el poder… o de otros.

La prostitución del PVEM ha salido muy cara a los mexicanos, ellos son un partido barato en todo el sentido de la palabra.

La Posdata de Irving: La elección del 6 de junio muestra que, la clase media que apoyó a Morena en 2018, regresó al PAN. En parte, Movimiento Ciudadano resultó ser el gran ganador al lograr, por sí mismo más votos que el PRD, el PT y el Verde por separado.  Por cierto,  PRD y PT se mantienen vivos por sus alianzas con el PAN y Morena, respectivamente. El PVEM sigue siendo la porquería más grande del país y se mantiene vivo gracias a su alianza con Morena.  El PRI se queda prácticamente igual  y ojalá el PES, RSP y FxM se vayan ya, nadie los necesita.

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