Wally De Backer, nacido en Bélgica, es un cantautor de indie rock que graba bajo el nombre de Gotye. Se mudó con su familia a Australia a la edad de 2 años y ha estado lanzando música allí desde 2001.

“Somebody That I Used to Know” es el segundo sencillo del tercer álbum de Gotye, Making Mirrors, y es uno de sus éxitos más conocidos a nivel mundial… y hay una anécdota muy peculiar.

La canción, que cuenta con la participación de la cantautora neozelandesa Kimbra, fue producida y escrita por Gotye en el granero de sus padres en la península de Mornington, al sureste de Melbourne.

En ella, Gotye se dirige a una antigua amante, recordando su relación y su ruptura. La canción se inspira en las secuelas y los recuerdos de varias relaciones, pero el cantante le dijo a Rolling Stone Australia que una resuena más fuerte que las otras.

“Conozco a una exnovia. Fue hace cinco o seis años. No fue una ruptura desagradable, pero sí complicada en el sentido de que nos hicimos más daño el uno al otro de lo necesario, porque no fue una ruptura limpia.

“Supongo que es lo que más se acerca a lo que dice el estribillo. Ambos nos dimos cuenta de que teníamos que seguir adelante y no nos hemos visto desde entonces”, explicó sobre la canción.

Hasta ahí una canción pegajosa, fina y con una anécdota con la que muchos se pueden identificar.

Pero hay dos detalles más:  la canción incluye un fragmento de la canción “Seville”, del músico brasileño Luiz Bonfá, un guitarrista clásico que murió en 2001 y que Gotye tuvo la generosidad de reconocerle como coautor.

Gotye firmó un acuerdo inicial por el que se otorgaba el 45% de las regalías de la canción a los herederos del brasileño.

Y luego, el artista tomó decisiones inusuales.

A pesar de que el video de la canción acumuló más de 2.3 mil millones de reproducciones en YouTube, Gotye optó por no monetizarlo y renunció a ingresos estimados entre 4 y 10 millones de dólares.

“No estoy interesado en vender mi música. Esa es la razón por la que no pongo anuncios en mi canal de YouTube”, explicó en alguna ocasión.

Gotye también permite que su música sea utilizada gratuitamente en proyectos creativos. Cuando estudiantes de cine solicitan derechos para sus proyectos, él accede sin cobrar. Para usos comerciales, evalúa el presupuesto y, si es limitado, tampoco exige compensación.

“Decidí que tenía más sentido centrarme en cosas creativas y no obsesionarme con el dinero, los abogados y los tribunales”, agregó.

Gotye dejó millones sobre la mesa y los echó al viento sin remordimientos. Mientras otros artistas construyen rascacielos con sus regalías, él prefirió una cabaña creativa.

La  inspiración y la creatividad siempre son gratis… a pesar de lo caro que es  la vida para dedicarla a ello.

 

 

Comentarios

Comentarios