A la mitad de la noche, el conductor ve una una luz en el camino y se detiene para pasar la noche. Luego de ser recibido por una mujer, el ahora huésped piensa que puede ser el cielo o el infierno, aunque se deja guíar desde una vela por los pasillos del lugar. Comienza a escuchar voces.
La escena cambia: la mujer, junto con muchos amigos, baila, bailan… para recordar, para olvidar. El huésped pide vino pero el espíritu de Baco no se encuentra en ese lugar desde 1969. Solo voces y más voces que se unen a espejos en el techo… todos son prisioneros y no pueden herir a la bestia con sus cuchillos. El huésped deja de serlo… corre a la puerta, pero nadie puede abandonar el Hotel California.
Y de los cautivos nace la leyenda: Hay un Hotel California en Todos Santos, en La Paz, municipio de Baja California Sur; hay una canción llamada así, compuesta por Eagles, que da nombre al quinto álbum de la agrupación estadounidense.
El primer Hotel California fue el hotel, está ubicado a 81 kilómetros de La Paz y 85 de Cabo San Lucas. Fue creado por un Sr Wong en 1947 e inaugurado el 5 de febrero de 1950, con 16 habitaciones.
El Sr Wong cambió su nombre a Antonio Tabasco y fue conocido como “El Chino Tabasco”. Fue visionario en su tiempo al llevar hielo al poblado desde La Paz. Aunque cambió su nombre un breve tiempo, el inmueble que da fama al pueblo siempre se ha mantenido.
El Hotel California fue cerrado por cuatro años a finales de la década de los noventa y abierto de nuevo en 2001 por sus actuales dueños, John y Debbie Stewart. Tiene actualmente 11 habitaciones, un restaurante, un bar y su propia marca de tequila.
En otra línea de tiempo se encuentra “Hotel California”, canción de Eagles, lanzada como sencillo el 22 de febrero de 1977 y compuesta por Don Felder, Don Henley y Glenn Frey que vendería 1 millón de copias. Es considerada una de las piezas claves en la historia del rock.
“Es la descripción de la vida de alta sociedad en Los Ángeles”, “Es un viaje de la inocencia a la experiencia. Eso es todo”, han dicho integrantes de Eagles al respecto de la letra de la canción que narra la experiencia ¿sobrenatural? de alguien que pasa una noche en el hotel.
El sencillo da nombre al quinto álbum de Eagles. Irónicamente el hotel que aparece en la portada es el Beverly Hills Hotel, conocido como “Pink Palace”. La foto fue tomada a 18 metros de altura desde una grúa por David Alexander y John Kosh. El disco vendió 26 millones de copias.
¿Hay relación entre la canción y el hotel de Todos Santos?
No aparentemente: el 1 de mayo de 2017, la agrupación presentó una demanda contra el hotel por “vulneración de marca”. Es imposible, pues el inmueble fue el primero en utilizar el nombre. Ello desmarca a Eagles del hotel, incluso hay otro lugar con el mismo nombre en Palo Alto, California.
“No podemos decir que este hotel inspiró la canción de Eagles pues tendríamos un problema”, narra críptica una empleada del lugar, “Solo podemos decir que el hotel fue antes y que la canción podría describir algunos lugares comunes de este lugar. Seguirá siendo un misterio”.
Pero el imaginario musical no camina en nubes de realidad: Todos Santos es visitado para evocar otros tiempos al ver el inmueble, es posible observarlo desde el restaurante llamado “Tequila Sunrise”, otra canción de Eagles. La canción de 6 minutos con 30 segundos ofrece algo más místico que la vida normal de la alta sociedad.
Quizá es verdad: en la música nadie puede abandonar ciertos espacios… algunos no pueden salir de ese lugar llamado Hotel California.
El Hotel California fue cerrado por cuatro años a finales de la década de los noventa y abierto de nuevo en 2001 por sus actuales dueños John y Debbie Stewart. Tiene actualmente 11 habitaciones, un restaurante, un bar y su propia marca de tequila.
El Hotel California fue cerrado por cuatro años a finales de la década de los noventa y abierto de nuevo en 2001 por sus actuales dueños John y Debbie Stewart. Tiene actualmente 11 habitaciones, un restaurante, un bar y su propia marca de tequila.
El Hotel California fue cerrado por cuatro años a finales de la década de los noventa y abierto de nuevo en 2001 por sus actuales dueños John y Debbie Stewart. Tiene actualmente 11 habitaciones, un restaurante, un bar y su propia marca de tequila.
