La Central Nuclear de Laguna Verde acumula 10 alertas de emergencia, entre paralización temporal, fallas eléctricas y paros bruscos del reactor, desde 2019.

La última fue ayer al registrar una fuga de agua en la obra de toma en la planta nuclear. Es el sistema que alimenta de agua a la central, vital para su operación pues es un reactor de agua en ebullición.

Previamente, este pasado 30 de octubre, a las 19:53 horas, que llevaron a su paralización total luego de que una Unidad 2, uno de los dos reactores de la estación, sufrió una pérdida de electricidad externa por la inoperatividad de uno de los transformadores eléctricos.

“Los operarios tuvieron que utilizar lámparas de mano y de sus celulares para trabajar. Se generó muchísima contaminación radiactiva”, relató al diario El País, un trabajador que, por seguridad, solicitó el anonimato.

El desperfecto ocasionó que quedaran fuera de funcionamiento instrumentos de control de aire, indisponibilidad de búsqueda e impresión de documentos, derrame de agua contaminada y desechos radioactivos en los sistemas de drenaje.

La central, a cargo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), cuyo director es Manuel Bartlett, suma nueva desperfectos en el gobierno de la presente administración.

Durante 2019, la Central Nuclear de Laguna Verde sufrió cinco apagados de emergencia llamados “Scram”. Según el Foro de la Industria Nuclear Española, un Scram es un paro brusco del reactor mediante la inserción manual o automática de las barras de control para evitar o minimizar las consecuencias de una condición considerada peligrosa.

Según el Reporte de Condición 102649 de la CFE, el 3 de septiembre de 2020, poco después de las 17:00 horas, el reemplazo de uranio enriquecido derivó en una situación de riesgo naranja, un paso antes del rojo, que significa la máxima alerta para la seguridad de la planta. El 20 de diciembre tuvo un apagón masivo.

Fue visitada por Manuel Bartlett y Rocío Nahle, Secretaria de Energía en octubre del 2019. La CFE, quien ya renovó las licencias de operación de la planta, ha negado algún problema… y reservó la información como confidencial hasta 2025.

En 2021, Laguna Verde inició con un nuevo Scram, desperfectos técnicos, dos fugas de diésel y desperfectos menores… y el mencionado anteriormente.

“Visualizo que su nivel de producción y calidad ha decaído, requiere fuertes inversiones en mantenimiento. Si esto no ocurre, OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica) puede determinar que no se le venda más combustible. Con ello perdería el licenciamiento de operación comercial y se cumpliría el sueño dorado de diversos grupos: su desmantelamiento y sustitución con plantas generadoras de carbón o combustóleo. Actualizarla o reconvertirla es muy costoso”, explicó Arturo Vilchis Esquivel, ex director nacional de Protección Civil

El exsecretario técnico del Comité de Planeación de Emergencias Radiológicas Externo por casi nueve años y actual consultor independiente aseguró que no es posible un accidente similar a Chernobyl, primer referente en la mente colectiva ante la energía nuclear, pues no hay similitudes entre ambos reactores. Mientras que en la ciudad rusa se trabajó con uranio al 95 por ciento, Laguna Verde lo utiliza al 4 por ciento.

Ubicada en el municipio de Alto Lucero de Gutiérrez Barrios en Veracruz, la planta de Laguna Verde, única central nuclear de generación eléctrica en México se ha convertido en un pasivo más para el Gobierno Federal y en el anuncio de otro problema para la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

La central, que se ubica en el kilómetro 42.5 de la carretera federal Cardel-Nautla y comenzó a operar desde 1990, cuenta con dos reactores nucleares de agua hirviente que utilizan uranio enriquecido. Mediante un proceso de fisión se crea vapor que, a su vez, genera electricidad.

Según el artículo 29 de la Ley de Responsabilidad Civil por Daños Nucleares, es la Secretaría de Gobernación, encabezada por Olga Sánchez Cordero, y no la CFE, la instancia que debe coordinar las actividades entre instituciones en caso de que se prevea un accidente nuclear.

El problema de Laguna Verde se aleja de una tragedia radiactiva que ponga en riesgo vidas humanas, pero se suma al cuestionamiento de la CFE, su forma de producir electricidad, su rechazo a las energías limpias y una lupa internacional sobre ella.

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