En agosto de 2021, a Don Julián le fue detectada una enfermedad terminal. En ese momento los doctores afirmaron que su esperanza de vida alcanzaría cinco años. No fue así…murió en vísperas de Navidad y sus ojos no vieron el amanecer de un nuevo año.

Su hijo, David, y uno de mis mejores amigos desde hace décadas, expresó que su padre había platicado de pie normalmente un día antes pero al nuevo día había amanecido con un sueño muy pesado.

Cuando le avisaron sobre la situación, él se encontraba en Ciudad de México y en ese momento no dimensionó lo que pasaba. Cuando llegó, tenía 10 minutos de haber partido.

Mi amigo describe que fue aterrador no haber alcanzado a decirle una sola palabra. Con una sola canción en su mente, David lo imaginó elevándose a otro lugar, su luto inició vestido como una odisea musical.

El día que me enteré de la noticia otra canción llegó a mi mente: “Always on my Mind” de Elvis Presley que recién había escuchado en la versión de Dave Gahan and the Soulsavers en el nuevo álbum “Imposters”.

“Me gustaría que escribieras algo sobre esto”, me pidió discretamente mi amigo cuando le externé mis condolencias. La canción seguía en mi cabeza.

La canción está dedicada a un amor perdido… pero trasciende su género de romántica. Cuenta la historia de un hombre que no siempre hizo las cosas que debería para mostrar aprecio por ese ser querido; ahora, mediante la música, quiere que sepa que siempre estará en su mente.

Fue la frase que se arrastraba en mi mente ¿Cuánto nos queda por decirles a los seres queridos para que sepan que son permanentes?

La canción fue escrita por Wayne Carson, quien escribió el éxito “The Letter” de The Box Tops, en una llamada que hizo a su esposa por un viaje que se prolongaba. La canción también fue escrita por Johhny Christopher y Mark James

Fue grabada por Elvis Presley en 1972 y tomó su camino en las voces de Willie Nelson, Pet Shop Boys, Chris de Burgh, Johnny Cash, Monserrat Caballé, Till Lindemann y Dave Gahan a finales del último año.

La vida es apenas suficiente ante el término de ella que lo toma todo, lo arrasa todo. Existen momentos inevitables en los que esperas que alguien o algo te muestre el camino. Durante la juventud somos tan totales que nos damos espacio hasta para encontrare espacios de lujuria y siempre hay tiempo para desperdiciar un poco la vida.

Cuando los inviernos llegan, los deseos y sueños se habrán perdido y la historia comienza de nuevo de otra forma.

Pero hay un consuelo: no nos desvanecemos en la niebla, en silencio…en una oración les pertenecemos.

Siempre en nuestra mente.

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