El primer debate entre las candidatas a la gubernatura del Estado de México reiteró: Delfina Gómez ofrece un discurso simple y lleno de ideología, Alejandra Del Moral fue, finalmente, más combativa y aprovechó cada momento para ello. Siempre gana quien va perdiendo.

Delfina Gómez aprovechó los primeros dos minutos iniciales para lanzarse contra el PRI como sinónimo de corrupción, no la alianza opositora: acusó el robo de la elección hace seis años y pidió oportunidad al “cambio”.

Del Moral reviró con ironía: Morena representa al cambio que destruye, que se justifica en el pasado destruyendo el futuro y que es el partido que ha dado los peores resultados.

Cuando se tocó el primer tema, de Corrupción, Delfina siguió la fórmula de su jefe Andrés Manuel López Obrador: austeridad, no más corrupción y hasta la ratificación de mandato.

Del Moral aprovechó la ocasión y se lanzó con todo a su primera intervención: los descuentos del 10 por ciento a los trabajadores de Texcoco y gestión en la Secretaría de Educación Pública.

Sobre los famosos “diezmos”, Delfina aseguró, a pesar de los fallos de los tribunales electorales, que ella no había tenido que ver… así, sencillamente. Fue Morena, ella no. Agregó que son una serie de acusaciones para que perdiera.

El segundo tema fue Violencia de Género y Del Moral ironizó y le ofreció “ayudar a Delfina” para liberarse de sus jefes, del equipo que no la deja ir a entrevistas y no “salirse del guion”.  En su intervención la morenista evitó contestar y apostó por contestar… sin salirse del guion.

La exsecretaria estatal prosiguió: los municipios con más alertas de violencia hacia la mujer son gobernados por Morena. Ambas coincidieron en la creación de una policía de género.

Delfina nunca se apoyó en cartelones a diferencia de Del Moral que hizo uso de ellos en 4 ocasiones.

En el tema Transporte, Delfina cometió sus acostumbradas pifias: aseguró que San Felipe del Progreso se encuentra en el sur de la entidad, cuando está en el norte.

Cultura y Recreación fue una nueva oportunidad para la priista quien acusó a la ex Secretaría de Educación Pública de cerrar las escuelas de tiempo completo. En respuesta, de nuevo, la morenista aseguró que eran difamaciones porque ella está arriba en las encuestas.

Las palmas fueron para la moderadora, la periodista, Ana Paula Ordorica, quien lanzó preguntas duras a ambas candidatas.

Los primeros aplausos que sonaron en el debate fueron para Delfina Gómez cuando tocó el tema de pueblos originarios y aseguró que “no es un tema de risa”.  El tema de cultura fue el fuerte de ella: además de las etnias, la cultura urbana.

Delfina cerró con el mismo discurso: adiós al PRIAN, la oscura noche de corrupción, impunidad, “nuestro momento ha llegado”, dijo.

Alejandra apostó por las mujeres e insistió en la capacidad para gobernar. “Delfina no eres capaz, ni eres honesta”, lanzó. Ella se llevó los aplausos finales.

En todo el transcurso del debate no se mencionaron los nombres de Alfredo del Mazo, Gobernador del Estado de México, y Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México. Extraño.

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