Por carecer de conocimientos en materia fiscal, aduanera y comercio exterior, el recién nombrado titular de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), el militar André Foullon Van Lissum, incumple con perfil para el cargo descrito en el reglamento interior de la dependencia.

Foullon Van Lissum es general de división en retiro, tiene 67 años y su formación es principalmente castrense, por lo que no reúne los requisitos contemplados en el artículo 9 del Reglamento Interior de la Agencia Nacional de Aduanas de México sobre sus conocimientos en el área que desempeña.

“El titular de la Agencia (…) debe reunir los requisitos siguientes: (…) poseer el día del nombramiento, título profesional en cualquiera de las siguientes áreas de derecho, administración, economía, contaduría o en materias afines con una antigüedad mínima de siete años.

“(…) Así como contar con conocimientos en materia fiscal, aduanera, comercio exterior, financiera o alguna otra materia relacionada”, expresa el reglamento cuya última reforma fue el pasado 24 de mayo de 2022.

Sin embargo, la ficha curricular del militar muestra que su trayectoria administrativa es alejada del comercio exterior y las aduanas: encabezó dos zonas militares, fue comandante de fuerzas especiales, subjejefe de Estado Mayor, comandante de la policía militar y de zona militar.

Fue Director del Heroico Colegio Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional de 2013 a 2017; con la administración de Andrés López Obrador fue inspector y contralor del Ejército y Fuerza Aérea y Subsecretario de la Defensa Nacional.

Su trayectoria académica tampoco lo acerca a las aduanas: es subteniente de infantería del Heroico Colegio Militar, tomo un curso de mando y Estado Mayor en la Escuela Superior de Guerra, tiene una maestría en administración para la seguridad y defensa nacional y su doctorado es en seguridad nacional.

“Para que tengan antecedentes, cuando me tocó decidir sobre quién podía hacerse cargo de la Secretaría de la Defensa, él (Foullon Van Lissum) estuvo en la terna, fue de los que dejé al final por ser una gente recta, honesta, preparada.

“(…) Necesitamos seguir limpiando de corrupción las aduanas portuarias y fronterizas para que no haya contrabando, que no haya tráfico de drogas y no haya evasión fiscal”, dijo López Obrador cuando anunció quién ocuparía el cargo.

Foullon Van Lissum llegó en sustitución de Rafael Marín Mollinedo, quien solo duró seis meses en el cargo y ahora es Embajador en la Organización Mundial de Comercio (OMC). Él, a su vez, llegó en sustitución del morenista Horacio Duarte, quien renunció en octubre del año pasado a la ANAM para coordinar la campaña de Delfina Gómez en el Estado de México.

Antes, la posición fue ocupada por el senador veracruzano Ricardo Ahued y, al inicio de la Administración, por Ricardo Peralta, quien reapareció con el aspirante presidencial Adán Augusto López.

“(La ANAM) en cinco años lleva cinco directores y ninguno pudo resolver el grave problema de corrupción y contrabando que existe en el sistema aduanero del país, que presenta fugas millonarias de ingresos fiscales para la administración federal.

“Mientras esos millones van a dar a manos del crimen organizado, pero también de autoridades federales, estatales y hasta militares que hoy en día administran el millonario negocio de la corrupción aduanera”, explicó el columnista Salvador García Soto.

En su columna de El Universal, García Soto expresa que con esto se termina de militarizar el sistema aduanero.

“Será interesante ver si con la militarización completa que ha decidido el presidente, al designar al general André George Foullon, disminuye en algo la corrupción, que no ha bajado con la presencia del Ejército y la Marina”, concluye.

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